El otro día hice “arqueología web” y recuperé un documento que se publicó y
difundió en el año 2000. Se trata de “Corporate eLearning. Exploring a new frontier” WR Hambretch & Co un minucioso análisis del mercado americano
del eLearning corporativo cuando se iniciaba el siglo XXI. Recomiendo su
“re-lectura”, a mí me ha resultado muy interesante y me ha hecho reflexionar
sobre cuál ha sido realmente la evolución en estos primeros 13 años.
En el año 2000 acababa de aparecer Google (1998) y todavía no existían la
Wikipedia (2001), Facebook (2006) o Twitter (2007). Las competencias
informáticas y digitales de las personas a las que se dirigía la formación
corporativa eran mucho menores que ahora. Sin embargo, la descripción de las
9 características de una solución e-learning completa tiene una vigencia
total. ¿Cómo es posible que hayamos avanzado tan despacio? ¿Hemos retrocedido?
El documento analizaba los tres grandes segmentos del mercado: Contenidos,
Servicio y Tecnología y utilizaba un gráfico en el que distribuía a los
proveedores de eLearning. A partir de ese momento, muchas de las empresas
utilizaron el gráfico para explicar su posicionamiento en el mercado. Era
también muy útil para entender qué era el eLearning por lo que, aunque ya no
están de moda “las tres bolas”, yo las sigo utilizando muchas veces como punto
de arranque de un trabajo de consultoría, una jornada de difusión o formación,
una oferta. Por eso me van a servir ahora para reflexionar sobre algunas
tendencias relacionadas con el futuro de la formación en el trabajo.
Creo que todo parece confluir en que cobre cada vez más fuerza la
formación autogestionada, la cultura del compartir y la gestión
del conocimiento personal. Y esto es así por la conjunción de dos
circunstancias: en primer lugar, cada vez tenemos más competencias para
encontrar el conocimiento, la solución a nuestros problemas cotidianos en el
trabajo, sin necesidad de asistir a un curso y, en segundo lugar, el
conocimiento fluye y está disponible y accesible como nunca antes lo había
estado.
La clave de los departamentos de formación o recursos humanos de las empresas
será proporcionar soluciones sencillas, casi “trasparentes”, para que las
personas encuentren ellas mismas las respuestas. Diseñar una arquitectura de
Contenidos, Servicios y Tecnología que facilite esto, será asegurar gran parte
del éxito de una organización.
He intentado plasmar esto en un cuadro donde diferencio entre esa “formación
autogestionada” y el eLearning más tradicional, los cursos impartidos y
gestionados como parte del “catálogo de formación”.
Sólo algunos comentarios al primer bloque del cuadro, el de la autoformación:
- Las personas deben ser capaces de “construir” su propio Entorno Personal de Aprendizaje: recopilar las fuentes de información/formación, identificar los expertos internos y externos, clasificar, aportar valor y compartir. Para ello, tienen que ser “competentes digitales” y encontrar en la organización el soporte y las herramientas necesarias.
- El contenido externo e interno que “se consume” en la formación autogestionada puede ser muy variado y tener distintos formatos… Pero, de manera general, se trata de recursos formativos cortos, sencillos, generados en muchas ocasiones por los propios usuarios. Son las buenas prácticas, las guías o instrucciones en el trabajo, los enlaces a actualizaciones, el “trabajo narrado” (una entrevista, una grabación, una captura de pantallas…).
- Los servicios asociados a la formación autogestionada difieren de los tradicionales ejercidos por formadores o tutores. Además del soporte para que el usuario sea cada vez más autónomo, se trata de fomentar que el conocimiento fluya y se comparta. Por eso la organización se convierte en una “comunidad de aprendizaje” que tiene que ser atendida con mayor o menor autonomía por sus propios integrantes. La curación de contenidos, la gamificación, la dinamización y el soporte se convierten en servicios clave.
- La tecnología no tienen por qué ser muy complicada. De hecho, cuanto más se complique menos se utilizará. Habrá que diseñar en cada caso un modelo tecnológico que aproveche lo más posible herramientas y tecnología sencilla, que ya estamos utilizando en nuestra vida personal para comunicarnos y aprender.
Por último, la formación estructurada se mantendrá como una formación
asociada a una estrategia de acogida, desarrollo de carrera profesional o
movilidad. También este modelo deberá experimentar una evolución y adaptarse a
otro escenario y a otros actores.
Porque desde el año 2000 han pasado, nos han pasado, muchas cosas…
¡uff! las "tres bolas"...aunque empleadas en la referencia que indicas creo recordar que fue un artículo de Elliott Masie donde las vi en mi caso en primer lugar y al que en su día refrenciaba cuando las usaba...
ResponderEliminarAún ahora las sigo usando ya que a veces sigo haciendo "apostolado" del e-learning y trazo analogía con la formación presencial tecnología=infraestructura (aula física, PDI, etc.), contenidos=diseño instrucional (libro tradicional, proyectos didácticos, etc.) y servicios=procesos de aprendizaje.
Los dos primeros suponen "inversión" en el sentido tradicional y el tercero son "gastos de exploación recurrentes".
No todo es así, ya que el aprendizaje colaboratrivo difumina esas "tres bolas"...
No obstante, EMHO no se aprende casi nunca "entre unos y otros" sin más...
A modo de ejemplo, he conseguido tener una cierta competencia en la ejecución de algunos trucos con el diábolo gracias a internet, gracias a que algunos que los saben (y los saben enseñar) han compartido esa información...si entre los que no sabemos, nos ponemos a descubir cómo ejecutar un "ascensor" con el diábolo...igual todavía estábamos en ello...
Sigo creyendo que la "formación estructurada" tiene cuerda para rato sobre todo si es capaz de despertar el interés que permita llevar acabo el esfuerzo que suelen acompañar a los procesos de aprendizaje.
Me encanta verte por aquí!!
EliminarYo también creo que la formación estructurada tiene cuerda para rato pero también que hay que "darle una vuelta".
Y que una forma excelente de aprender es observando a otros, o escuchando a otros que saben más que tú. Tengo ganas de ver lo del diábolo!
BUEN ARTÍCULO
ResponderEliminarCURSOS A DISTANCIA
CURSOS A DISTANCIA