Soy
una convencida. Llevo ya muchos años trabajando en formación on-line y siempre he repetido lo mismo: cuanto más
sepamos de nuestros alumnos, más podremos hacer para conseguir que su experiencia de aprendizaje sea positiva.
Por
eso no me extraña en absoluto que las Analíticas
de Aprendizaje se estén consolidando como una de las tendencias que
revolucionará la forma en que aprendemos. La posibilidad de obtener datos,
muchos datos, relacionados con estas experiencias de aprendizaje y, además de
obtenerlos, ser capaces de manejarlos e interpretarlos, abre una gran puerta a
la personalización de la formación.
Y esto es lo revolucionario.
Pero
¿de qué datos estamos hablando?
Creo
que hay varias tipologías de datos
que pueden obtenerse en diferentes momentos (antes, durante y después del
curso). Saber combinar e interpretar las tipologías requerirá de herramientas
inteligentes que se irán integrando en los sistemas de gestión de la formación,
las herramientas de seguimiento tutorial, nuestros modelos de selección de
alumnos…
Personalización del contenido
Eres
un profesor o tutor que vas a impartir un curso a un grupo de 50 alumnos en un programa on-line.
¿Qué te
interesaría saber de ellos?
¿Cuánto tiempo
antes te gustaría disponer de esa información?
Supongo
que pensarás en el nivel de tus
alumnos respecto a las competencias, habilidades y conocimientos, que
entrenaréis durante la formación.
¿Es un grupo
homogéneo?
¿Hay subgrupos
homogéneos respecto al conocimiento previo en la materia?
Un
cuestionario previo de evaluación
podría servirte para obtener esa valiosa información. También un estudio de sus
portfolios personales o el registro del historial académico de los alumnos.
Quizás así podrías diseñar itinerarios
personalizados para los subgrupos o incluso para cada alumno, con
recomendaciones específicas sobre las carencias
que deberían cubrir con el contenido on-line.
Además,
imagina que el curso comienza y, en su trascurso, no todos los alumnos se
enfrentan al contenido de igual manera:
- Algunos encuentran dificultades para entender determinados conceptos
- Otros se “atascan” en un recurso concreto
- Un grupo de alumnos prefiere las explicaciones en vídeo, otro necesita leer el contenido teórico en pantalla, otro prefieren escuchar podcasts
- Muchos consideran aburridos algunos recursos y deciden “saltarse esa parte”…
¿Te gustaría
saber que está ocurriendo eso?
Si
tienes interés en que tus alumnos aprendan, responderás a esto con un SÍ absoluto pero posiblemente pienses
que con 50 alumnos es muy difícil llegar a ese nivel de detalle.
El futuro…
Lo
interesante y especialmente estimulante es que se está investigando y
trabajando para que esta información pueda ser “interpretada” y se consiga no
sólo presentar al alumno el contenido que necesita (personalización), sino
también modificar el itinerario en función de su comportamiento durante el
curso (adaptación).
Los
repositorios de recursos
clasificados inteligentemente, que permitirán generar y adaptar cursos a medida
del alumno, ¿pueden ser una realidad? La automatización en la entrega y la
simplicidad de los procedimientos asociados son claves para conseguirlo. Pero
no será suficiente sin ese esfuerzo de clasificación y etiquetado para el que
hace falta, además, mucho criterio.
De
esto hablábamos ya hace muchos años y siempre pienso en ello con cierto
escepticismo. Hay en marcha algunas experiencias como, por ejemplo, el Proyecto Genoma del que podéis obtener
información en este artículo publicado en mi Scoop.it
Personalización de la metodología
Pero
volvamos a tu curso on-line… No todo es el contenido formal.
Sabes
que, al fin y al cabo, un alumno motivado y con interés por aprender puede encontrar su camino con los materiales
formativos que has preparado o puedes preparar.
Pero
¿qué pasa con los alumnos que tienen
dificultades?
El
autoestudio puede no ser suficiente. Los alumnos necesitan más:
- Interactuar contigo y con sus compañeros para afianzar y entender conceptos
- Trabajar individualmente y en grupo aprendiendo cómo aplicar lo aprendido en entornos cercanos al mundo real
- Aportar su conocimiento y experiencia, es decir, participar de la experiencia de aprendizaje suya y de los otros
- Evaluar su progreso en el aprendizaje mediante un modelo de evidencias de sus logros
Estos
cuatro puntos pueden ser “la diferencia” para propiciar la motivación y el compromiso
de los alumnos.
Podemos
disponer de herramientas y tecnología para trabajar cada uno de ellos:
- herramientas colaborativas (foros, blog, chat, wiki),
- sistemas de evaluación convencionales,
- modelos de evaluación del logro mediante “gamificación”,
- actividades de prácticas, casos, proyectos
- sistemas para entrega de contenidos, evaluación entre pares…
- herramientas tutoriales para realizar acciones de seguimiento y animación segmentando los alumnos en función de diferentes parámetros
¿Crees que
necesitarías conocer algo sobre tus alumnos para “adaptar” la metodología?
¿Qué datos serían
valiosos y en qué momento?
Otra
vez te sería muy útil conocer algunas cosas antes de empezar la formación:
- sus expectativas y motivación iniciales
- su familiaridad con la tecnología y nivel de “alfabetización digital”
- su experiencia previa en otras acciones formativas on-line
- su perfil como alumno “digital” (observador, colaborador, creador de contenido…)
Disponer
de indicadores que nos permitan
conocer de antemano cómo es la “audiencia” de nuestros cursos on-line, nos
puede ayudar a “personalizar” también la metodología, intentando adaptarla a
sus necesidades.
Y,
durante el curso, si tenemos herramientas adecuadas, podemos identificar:
- qué alumnos no están participando,
- cuáles son los más participativos,
- qué actividades propuestas tienen mayor o menor aceptación,
- cuándo es necesaria una acción de motivación para volver a enganchar al grupo,
- qué parte de la materia genera dudas
- cuáles son esas consultas y qué respuesta he dado a ellas,
- a qué hora estudian los alumnos,
- cuánto duran sus sesiones,
- cómo responden a una acción por parte del tutor
Y mucho más…
El futuro…
Yo
he tenido experiencia como formadora on-line y nada me daba más confianza que
disponer de información sobre los alumnos. Cuando el programa iba bien pero, sobre todo, cuando había dificultades. Porque era lo único que permitía abordarlas.
No me refiero únicamente a los datos de seguimiento que me proporcionaba la
plataforma.
Me
refiero a todos estos “otros datos” que no siempre eran fáciles de obtener porque
no estaban “integrados” en una única solución tecnológica.
Cada
vez dispondremos de mejores soluciones y, a medida que vamos integrando
herramientas o “extendiendo” las metodologías, iremos buscando la manera de
aprovechar esos datos y esa información antes, durante y después de los cursos.
Pero,
además, otra vez algo estimulante está ocurriendo. Se están aplicando modelos
de minería de datos para analizar
experiencias de aprendizaje y hay muchos grandes proyectos de investigación
asociados a imparticiones masivas de
cursos, los famosos MOOCs, que nos ayudarán a mejorar y optimizar los programas
formativos y los modelos de impartición.
Os
adjunto referencias que he ido recopilando este año sobre este tema, desde
distintos enfoques, todos interesantes. Están en esta página de mi Scoop.it con
mis comentarios:
Y
una aproximación a lo que podría ser un modelo de registro y explotación de los
datos en un programa e-learning.
No hay que olvidar que éste sistema requiere de actualización constante del profesor, que en varias ocasiones, se vuelve alumno. Muy buen artículo. Gracias !
ResponderEliminarHola Úrsula!
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario.
Tienes razón. Aunque hay una parte de "automatización" en esto de los datos, las personas seguimos siendo muy importantes. El trabajo de los formadores es crucial para dar sentido, interpretar y "alimentar" los sistemas. También para motivar, ayudar y aprender-enseñando.
Un abrazo
Hola Marta:
ResponderEliminarHe leído tu artículo con interés porque realmente es en la formación on-line en lo que estoy centrada ahora, pues tengo la enorme tarea de lanzar una fomación (blended-learning) con un público meta reacio a este tipo de enseñanza, pues son profesores de lenguas, que, como buenos comunicadores, no acaban de ver el interés de entrar en este tipo de aprendizaje.
La pregunta de siempre es la manera en la que se puede mantener la motivación o hacer un recorrido personalizado del alumno y, efectivamente, creo que parte del éxito se encuentra en obtener esos datos de los que hablas previamente para saber usarlos en el transcurso de la formación (antes-durante-después). Es por ello que estamos ideando perfilar un portfolio que detalle no solo el perfil de los profes-estudiantes sino también las estrategias de aprendizaje que usan o o bien un análisis de qué tipos de inteligencias usan (las teorías de la inteligencias múltiples de Gadner). En defintiiva, qué y cómo aprenden para llevar a cabo un aprendizaje personalizado.
En teoría tengo las cosas muy claras: constructivimo social; interacción y evaluación entre pares; coaching; andamiaje colectivo etc etc, pero a la hora de llevarlo a la práctica y organizar el curso me cuesta concretizar en implicaciones docentes realistas.
En cualquier caso, creo que es fundamental en el proceso, los pasos previos de sociabilización entre los alumnos y que el alumno sepa qué hacer y cómo y con qué herramientas. Todo desde el nivel de competencia con el que parte.
Un saludo y gracias
Gracias Paula. Me ha encantado tu comentario. Es estupendo comprobar que se está trabajando para conseguir la personalización y que deja de ser una utopía.
EliminarUn beso.